Si bien siguen siendo una pequeña fracción del mercado general de bonos, paulatinamente se incrementa la atención de los inversores que manifiestan su preocupación por el largo plazo y por el medio ambiente. En consecuencia, diversos emisores han reforzado la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles, lo que demuestra que el mercado general de bonos se encuentra financiando actividades nuevas e interesantes.
Si bien por el momento no existe una clasificación oficial sobre estos tipos de productos pero sí hay un cierto consenso general sobre cómo definir este tipo de productos de ahorro e inversión. Veamos cada caso.
Los bonos verdes son títulos de deuda que se emiten para generar recursos específicamente para financiar proyectos ambientales o relacionados con el cambio climático. Estos proyectos han de ser sostenibles y socialmente responsables, e incluyen las siguientes categorías:
Productos adaptados a la economía ecológica o circular, tecnologías y procesos de producción.
Los bonos sociales son títulos de deuda que emiten organizaciones, generando rentabilidad a los inversores de la misma manera que cualquier otro tipo de bono. Tendrían la consideración de proyectos sociales aquellos que busquen promover o proporcionar entre otras cosas:
Ambos tipos se distinguen de los otros tipos de bono, en que los bonos verdes proporcionan financiación a proyectos relacionados con el medio ambiente, mientras que los bonos sociales proporcionan financiación a proyectos con impacto social. Normalmente, la emisión de estos bonos supone costes adicionales por parte del emisor, ya que es necesario contratar a alguna empresa certificadora y pasar auditorías regulares que permitan mantener dicha etiqueta durante la vida del bono.
Siguiendo un magnífico trabajo del Departamento de Estudios y Estadísticas de la CNMV, los principales factores que favorecen el desarrollo de los mercados de bonos de este tipo son:
Los principales inconvenientes para el desarrollo del mercado son:
También se señalan los principales tipos de bonos:
Los datos más recientes indican que la emisión mundial de instrumentos con etiqueta verde, social y sostenible fue de 351.000 millones de dólares en el año 2020, lo que representa un aumento anual del 37% con respecto a 2019.
En el mismo trabajo se puede observar la evolución de las emisiones de bonos verdes:
Los datos más recientes indican que la emisión mundial de instrumentos con etiqueta verde, social y sostenible fue de 351.000 millones de dólares en el año 2020, lo que representa un aumento anual del 37% con respecto a 2019, que situó la cifra de emisiones en 256.000 millones de dólares.
Por países, destaca EE.UU. con el 20% del total de emisiones en este tipo de bonos, seguido de China con el 18%.
En nuestro país, las primeras emisiones de bonos verdes tuvieron lugar en 2014 por parte de Abengoa e Iberdrola, empresa esta última que ha venido liderando el mercado. Las emisiones totales de bonos superaron los 6.000 millones de euros en 2019, y cada vez hay más instituciones o empresas que emiten este tipo de bonos, entre ellas, entidades bancarias, grupos energéticos y entidades públicas, destacando las emisiones de Telefónica, Iberdrola, Adif y el Instituto de Crédito Oficial.
Finalmente, una referencia a los préstamos verdes y sostenibles, que han seguido el camino inicial marcado por los bonos verdes, aunque todavía es una parte pequeña del mercado global de préstamos, pero son un segmento del mercado de rápido crecimiento.
En nuestro país también los préstamos verdes y sostenibles representan una parte pequeña del mercado global de préstamos. El volumen de este tipo de préstamos se acercó a 12.000 millones de dólares en 2019, destacando algunas de las principales compañías españolas, como Iberdrola, Red Eléctrica o Mapfre.